Características personales de los adolescentes marginados.

Los adolescentes marginados denotan cierta inestabilidad emocional, patrones distorsionados de apego, bajo nivel de autoconcepto y autoestima, así como la dificultad para poder verbalizar sus sentimientos y emociones para dialogar. También podemos ver su tendencia a fantasear, a proyectar sus responsabilidades en los demás y su falta de sensibilidad y autocrítica.

Suelen carecer de habilidades sociales, lo cual unido a la impulsividad y bajo autocontrol, les lleva en ocasiones a presentar conflicto con la norma, problemas de conducta y baja capacidad de solución de problemas. Muestra una escasa tolerancia a la frustración y una afectividad alterada, existiendo desconfianza hacia lo que proviene del exterior. Sentimientos de culpabilidad ante situaciones vividas y vulnerabilidad al estrés, inseguridad y ansiedad.

En sus razonamientos son muy concretos, presentan rigidez y escasa capacidad reflexiva e introspectiva. Además al tener una ausencia de razonamiento crítico piensan que lo que les ocurre depende de otros y no de ellos mismos. Viven con una ausencia de perspectiva de futuro, tanto a nivel formativo como laboral y personal. Es importante hacer hincapié en dos aspectos fundamentales como son el evadirse de la realidad, diseñando patrones ideales de comportamiento y buscando modelos sociales famosos totalmente distorsionados; y por otro lado la necesidad de lo inmediato, como garante de estar vivo e instrumento necesario para sacarle el jugo a la imagen empobrecida que tienen de la vida y de la realidad circundante.

Factores de riesgo que llevan a la marginación

“El hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe”. Rousseau.

Cuando nacemos somos luz, somos puros, inocentes, indefensos y nos encontramos totalmente desprotegidos del mundo. Desde pequeños somos una pequeña esponja que comienza a absorber todo lo que nos rodea, sedientos de afecto y amor, y hambrientos de normas que nos indiquen cómo actuar, de apoyo y de reconocimiento de lo que comenzamos a hacer. Entonces entramos en el factor suerte de la vida, naces y no te da tiempo a escoger una papeleta, pues ya la han escogido por ti. En cada una de ellas

encontramos un factor diferente que jugará un papel primordial en nuestras vidas. Una de las papeletas tiene el nombre de tu barrio y la descripción de como será. Otra describe a tu familia, a las clases de padres que se harán cargo de ti, autoritarios, permisivos, críticos ¿cómo serán?, como actúes con ellos, dependerá de estos modelos parentales. En la última papeleta viene el nombre de tu escuela, profesores y compañeros de clase.

Bombardeados por la publicidad, la moda, el trabajo, y la situación económica se nos suma a nuestra lista la presión social, presentándose así otra serie de problemas dentro de nuestro barrio, familia y escuela. Imagínate con trece años viviendo en una calle de parados, donde el sitio más visitado es el bar y la forma más rápida de ganar dinero y evadirse de la realidad es vender y tomar drogas, tus padres están separados y pelean continuamente, se chillan e incluso se pegan, tu madre es alcohólica y tu padre con el cual vives nunca esta en casa porque trabaja. En la escuela los niños van diferentes a ti, llevan otras ropas y tu rendimiento en clase no es bueno, ya que además de que no te enteras de lo que dice la profesora, no te interesa.

Y ahora tú. cual esponja sedienta y hambrienta bebes de lo que hay en casa. Más no hay amor, solo odio. No hay afectividad, solo peleas. No hay normas que te indiquen lo que debes hacer, no hay nadie que te diga si lo que haces está bien, solamente de vez en cuando alguien te pega un grito y te llama la atención si haces algo verdaderamente mal, aunque otras veces ni si quiera eso. No existe la compresión, solo los gritos y la frustración. Entonces sales a la calle y aún no sabes quien eres...

Estacas que nos atan desde pequeño.

Introducción "Menores infractores"

Se considera menor a la persona que no ha alcanzado cierta edad señalada por la ley para su plena capacidad. El ser menor está considerado una etapa de la vida del ser humano en que mayormente rige la capacidad de goce y no, a plenitud, la capacidad de ejercicio, ya que aún están en proceso de maduración psicológica. Es por ésta razón que en éste trabajo quiero defender la importancia de que sus acciones son el resultado de las influencias del medio social o de sus progenitores, quienes la mayoría de las ocasiones los determinan a caer en actividades delictivas. Se considera menor infractor tanto al niño como al adolescente que infringe la ley penal. El adolescente infractor mayor de 14 años sera plausible de medidas socio educativas, y el niño infractor menor de 14 años será plausible de medidas de protección.

En el año 2010, según el INE, Instituto Nacional de Estadística, el número de menores condenados por sentencia firme inscritos en el Registro de Sentencias de Responsabilidad Penal de los Menores aumentó un 3'8%. El 84'1% fueron varones y el 15'9% mujeres. Tres de cada cuatros menores condenados eran de nacionalidad española. Dos tercios de las infracciones penales cometidas por menores fueron delitos, siendo los de mayor incidencia los robos. La libertad vigilada y la prestación en beneficio de la comunidad fueron las medidas más frecuentes adoptadas por los jueces.

El objetivo que busco encontrar y transmitir con éste blog es el de poder comprender mejor las situaciones que llevan a éstos niños a cometer tales actos y al mismo tiempo conocer sus formas de comportarse, sentir y ser. Para así conocerlos un poco más y a la hora de encontrarnos con ellos saber actuar de una manera correcta y crear buenos planes de intervención.